Adviento 2013

Adviento 2013

sábado, 10 de marzo de 2012


2ª ETAPA 11-03-2012 Año XIX Nº 1023 Edita: Familia Salesiana de Piura
100 años al servicio de Piura
Jesús habla del templo de su cuerpo
El evangelio de hoy es uno de los pocos pasajes en que aparece la cólera de Jesús, motivada por la situación anómala que encuentra en el templo de Jerusalén, invadido por los vendedores de animales para el sacrificio (bueyes, ovejas y palomas), y por los cambistas de dinero para el pago del impuesto del templo...Todo para que no convirtieran en mercado la casa del Padre, casa de oración. El templo y las normas religiosas tendrían que ser la expresión exterior de la verdadera religión del corazón. Pero a menudo, como en tiempos de Jesús, no expresamos estas actitudes de fondo, sino todo lo contrario. Por eso Jesús no puede aceptar que se utilice la religión, se manipule, como producto de mercado. Lo que se daba en el templo de Jerusalén, donde se compraba y vendía y se cambiaba dinero, se puede dar hoy en formas y actitudes poco coherentes. La expresión de nuestra religiosidad no puede ser un elemento más de consumo ni tampoco una tradición más o menos obligada. Tiene que ser la expresión viva de nuestra fe, que emana de dentro como plegaria y acción de gracias, personal y comunitaria. El culto verdadero y completo, es la religión de la vida entera, vivida con fidelidad plena a la voluntad de Dios y en solidaridad con el hombre, especialmente con nuestros hermanos más débiles y necesitados. Al salir del templo es cuando palpamos la verdad o la mentira de nuestro culto y religión.

DIOS NOS HABLA ESTA SEMANA
Tercer Domingo de Cuaresma
Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré

1ª Lec. Éxodo 20,1-17
En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí.
No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo. Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él."

Salmo responsorial:
R: Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma;
/ el precepto del Señor es fiel / e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos / y alegran el corazón;
/ la norma del Señor es límpida / y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable;
/ los mandamientos del Señor son verdaderos / y enteramente justos. R.
Más preciosos que el oro, / más que el oro fino; /
más dulces que la miel / de un panal que destila. R.

2ª Lec. 1Corintios 1,22-25
Hermanos: Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados -judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

3ª Lec. Juan 2,13-25
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten esto de aquí; no convertirán en un mercado la casa de mi Padre." Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: "El celo de tu casa me devora." Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: "¿Qué signos nos muestras para obrar así?" Jesús contestó: "Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré." Los judíos replicaron: "Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

Para meditar
L :        2Re. 5, 1-15; Lc. 4, 24-30
M:        Dn. 3, 25. 34-43; Mt. 18, 21-35
M:        Dt. 4, 1. 5-9; Mt. 5, 17-19
J:         Jr. 7, 23-28; Lc. 11, 14-23
V :       Os. 14, 2-10; Mc. 12, 28-34
S:        Os. 6, 1-6; Lc. 18, 9-14
D:        Cuarto Domino de Cuaresma
2Cr. 36, 14-16.19-23; Ef. 2, 4-10;
Jn. 3, 14-21

La CUARESMA es...
Tiempo para hacer el vacío y descubrir lo que es esencial, aprender a escuchar
(El Desierto):
Hay que hacer un vacío y preguntarse ¿de qué estoy lleno?. Hacer silencio y crear un clima de espera, tener la capacidad de presentir una presencia que antes en el ruido, no era advertida: abrirse a la escucha, captar la verdad de las cosas, de las relaciones. Descubrir lo que verdaderamente vale y apostar todo a ello.

Tiempo para decir basta a lo que no vale
(El Ayuno):
Es decir, dejar de lado lo que no tiene valor, o vale poco, o lo que es nocivo (el pecado). Escuchar quiere decir dejar de lado lo que más impide la escucha. Es regular nuestro tiempo (renunciando a una película, a un partido...) para ponernos a la escucha del Señor que nos habla. Ayunar será para nosotros pasar del acumular al condividir.

Tiempo para ponerse en forma
(La Paciencia):
Ejercitarse es centrar nuevamente nuestra vida en Dios y en el prójimo y así reconstruirnos a nosotros mismos según el modelo de Cristo. Hacer penitencia comporta consecuencias negativas de purificación de la mente y del actuar, y una positiva de reedificación de nosotros mismos, dejándonos guíar por el Espíritu y por sus dones.

Tiempo para volver a casa
(La Oración):
Jesús nos invita a "volver a casa", a nosotros mismos a recuperar la intimidad con Dios y con nosotros mismos. Recuperando el diálogo con Dios, nos reencontramos a nosotros mismos y el valor auténtico de las cosas que hacemos.

Tiempo para aprender a no vivir para sí, sino para los demás
(La Limosna, la Caridad):
La limosna es un pequeño signo de las exigencias de que el "otro", entra en nuestro horizonte para que hagamos de él el centro de nuestro obrar, recuperando nuestra