2ª ETAPA 15-05-2011 Año XVIII Nº 979 Edita: Familia Salesiana de Piura
¡Vengan y verán!
¡Jesús nos ama y quiere que todos seamos felices!
Jesús el buen pastor. Esta es la primera imagen que Juan ha utilizado en el evangelio de hoy. Jesús no ejerce su señorío a la fuerza, por imposición. Jesús
se nos ha hecho Señor, porque nos ha amado más que nadie. No viene a quitar, sino a dar. Hay todavía muchos que perciben al Señor como obstáculo para vivir, para ser felices, para ser libres. Jesús no quita lo humano. Lo multiplica liberándolo de la esclavitud. El Dios Resucitado no es enemigo del hombre. Es su gran amigo. El Buen Pastor de la Pascua es una imagen linda para percibir a Dios como amigo, como preocupado por el bien de sus ovejas.
Dios nos ama. Dios quiere la felicidad de todos. También hoy hemos escuchado otra imagen muy luminosa para percibir el señorío del Resucitado. Es la imagen de la puerta. Jesús es la puerta. Quien la traviesa vivirá. Se encontrará con la voz amiga que nos hace crecer en paz. Quien entre en comunión con el Resucitado, tendrá acceso al Padre. Jesús es el acceso a una vida llena de sentido. No hay otro pastor ni otra puerta legítima: sólo Cristo es el Señor. Y, a la vez no hay otro camino. Los que entramos y salimos a través de esa puerta que es Cristo, nos esforzamos por seguirle fielmente, sin desviarnos de su estilo de vida. En un mundo que se plantea interrogantes urgentes, tratemos de responder alguna pregunta que nos pueden ayudar mucho: ¿Quién es Jesús para mí? ¿Se ha hecho Señor de mi vida? ¿Qué lugar ocupa en mis tareas, en mis amistades, en mi familia? ¿Él es la puerta que quiero atravesar?.
DIOS NOS HABLA ESTA SEMANA
4to. Domingo de Pascua
Yo soy la puerta de las ovejas
1ª Lec. Hechos de los apóstoles 2,14a.36-41
El día de Pentecostés, se presentó Pedro junto con los Once ante la multitud y levantando la voz, dijo: “Sepa todo Israel con absoluta certeza, que Dios ha constituido Señor y Mesías al mismo Jesús, a quien ustedes han crucificado”. Estas palabras les llegaron al corazón y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: “¿Qué tenemos que hacer, hermanos?” Pedro les contestó: “Arrepiéntanse y bautícense en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados y recibirán el Espíritu Santo. Porque las promesas de Dios valen para
ustedes y para sus hijos y también para todos los paganos que el Señor, Dios nuestro, quiera llamar, aunque estén lejos”. Con éstas y otras muchas razones, los instaba y exhortaba, diciéndoles: “Pónganse a salvo de este mundo corrompido”. Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unas tres mil personas.
Salmo responsorial
R: El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar, / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me sosiegan. R.
Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, / y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por años sin término. R.
2ª Lec. 1Pedro 2,20b-25
Hermanos: Soportar con paciencia los sufrimientos que les vienen a ustedes por hacer el bien, es cosa agradable a los ojos de Dios, pues a esto han sido llamados, ya que también Cristo sufrió por ustedes y les dejó así un ejemplo para que sigan sus huellas. El no cometió pecado ni hubo engaño en su boca; insultado, no devolvió los insultos; maltratado, no profería amenazas, sino que encomendaba su causa al único que juzga con justicia; cargado con nuestros pecados, subió al madero de la cruz, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Por sus llagas ustedes han sido curados, porque ustedes eran como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al pastor y guardián de sus vidas.
3ª Lec. Juan 10,1-10
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: “Yo les aseguro que el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida la puerta, y las ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las conduce afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de ellas, y ellas lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”. Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir. Por eso añadió: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar y a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.
Para Meditar
L : Hch. 11, 1-18; Jn. 10, 1-10
M: Hch. 11, 19-26; Jn. 10, 22-30
M: Hch. 12, 24- 13,5; Jn. 12, 44-50
J : Hch. 13, 13-25; Jn. 13, 16-20
V: Hch. 13, 26-33; Jn. 14, 1-6
S: Hch. 13, 44-52; Jn. 14, 7-14
D: 5to. Domingo de Pascua
Hch. 6, 1-7; 1Pe. 2, 4-9; Jn. 14, 1-12
TOMA NOTA: Durante la Novena de María Auxiliadora, el patio techado del Colegio Salesiano Don Bosco se convierte en un templo, por lo que debemos comportarnos y vestir decorosamente.