2ª ETAPA 21-11-2010 Año XVII Nº 951 Edita: Familia Salesiana de Piura
Don Bosco visita a los piuranos
El ladrón nos enseña a mirar con ojos profundos
Ante ese Rey que muere en la Cruz, las reacciones de la gente son diversas: unos le miran desde lejos, otros han escapado por miedo, otros se burlan. Pero hay una persona que sí cree en él: El Buen Ladrón. No sabrá de teología, pero intuye que éste que muere a su lado es alguien especial: "Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino". Ha creído en Jesús como Rey, a pesar de que le está viendo
en un momento de mínima credibilidad, a punto de morir, como él, ajusticiado en la cruz. Lo sorprendente es que el ladrón exprese así su fe. Por lo que escucha la respuesta que quisiéramos todos escuchar un día: "Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso". El ladrón es un buen modelo en la fiesta de hoy. Nos enseña a mirar hacia ese Cristo con ojos profundos, inspirados por el Espíritu eje Dios. Con la convicción de que ese Cristo Jesús nos está abriendo el camino del Reino y todos los que nos incorporamos a él estamos llamados a su mismo destino de vida y de realeza. Cada uno de nosotros nos sentimos pecadores y débiles, incapaces de tirar adelante. Jesús, siempre, y en estos momentos en especial, nos mira con el mismo interés y con el mismo amor con que miró a su compañero de suplicio, y nos invita a continuar, a confiar, a creer en él, a caminar a su lado. Porque todos estamos llamados a la vida, a la vida de su Reino.
Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino
En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: "Hueso tuyo y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel."" Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.
R: Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor"! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.
Hermanos: Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.
En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo: "A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido." Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: "Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo." Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: "Éste es el rey de los judíos." Uno de los malhechores crucificados
lo insultaba, diciendo: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros." Pero el otro lo increpaba: "¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibirnos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada." Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino." Jesús le respondió: "Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso."
L: Ap. 14, 1-5; Lc. 21, 1-4
M: Ap. 14, 14-19; Lc. 21, 5-11
M: Ap. 15, 1-4; Lc. 21, 12-19
J. Ap. 18, 1-2.21-23,19.1-3; Lc. 21, 20-28
V: Ap. 20, 1-4.11-21; Lc. 21, 29-33
S: Ap. 22, 1-7; Lc. 21, 34-36
D: 1er. Domingo de Adviento
Is. 2, 1-5; Rom. 13, 11-14; Mt. 24, 37-44
Próximo domingo: 1er. Domingo de Adviento: ¡Estemos en vela para estar preparados!
Los seres humanos nos caracterizamos por nuestra capacidad para comunicamos, para expresarnos a través del lenguaje. El lenguaje simbólico está presente en muchos ámbitos de la vida humana y también en el ámbito religioso. También nuestra fe cristiana utiliza el lenguaje simbólico. En nuestras iglesias y obras de arte encontramos plasmados algunos elementos simbólicos. Presentamos algunos de los más habituales.
Es el primer signo que utilizaron los cristianos para representar a Jesús: La palabra "Cristo" es de origen griego: "JRISTÓS". El Crismón está formado por la intersección de las dos primeras letras griegas de esta palabra: La J en griego se escribe "X", y la R se escribe "P".
El Alfa (A) es la primera letra del alfabeto griego y la Omega (O) la última. Estas letras se convierten en símbolo para hablar de Jesús: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin" (Ap. 22,13)
Los elementos referidos al mundo de la pesca están presentes a lo largo del Nuevo Testamento: Jesús escoge sus primeros discípulos entre un grupo de pescadores para hacerlos pescadores de hombres (Lc 5, 10) Además, la palabra pez, en griego (IJZYS), se convierte en una clave para referirse a Jesús. Cada una de las letras de esta palabra es la primera letra de otras palabras, convirtiéndose en un acróstico: lesous Jristos Zeou Yios Soter, que significan: "Jesús Cristo hijo de Dios Salvador
E L P E L I CANO
Este animal se convierte en símbolo para representar la Eucaristía a partir de la antigua creencia que esta ave abría su pecho para extraer el alimento que daba a sus polluelos.
La viña y el trigo son elementos típicos de la agricultura del Mediterráneo. Su presencia a lo largo de la Biblia es una constante. Para la simbología cristiana son expresión de la última Cena de Jesús con sus discípulos, en la que el pan y el vino serán sacramento de su cuerpo entregado y de su sangre derramada
E L TETRAMORFO
El libro del profeta Ezequiel empieza con la visión de la gloria del Señor y en ella destaca la presencia de cuatro vivientes con el aspecto parecido al de un hombre, un león, un toro y un águila (Ez 1 ,5-15). Estos cuatro animales se han convertido en símbolo que evoca a los cuatro evangelistas: el hombre a Mateo, el león a Marcos, el toro a Lucas y el águila a Juan.
P. Santo Dal Ben SDB
Superior Provincial Salesiano en el Perú
La cantidad recaudada con ocasión del Día del DOMUND, en nuestro Templo de María Auxiliadora, ha sido de 2145 soles. ¡Gracias a todos los que colaboraron!
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