Adviento 2013

Adviento 2013

sábado, 16 de abril de 2011

La Campanilla 17-04-2011

2ª ETAPA 17-04-2011 Año XVIII Nº 974 Edita: Familia Salesiana de Piura

¡Vengan y verán!

Para ver a Cristo claramente

Hoy comenzamos viendo a través de las puertas de Jerusalén, vemos a la multitud, aclamando y agitando ramos de olivo en el aire. Es una atmósfera de júbilo, triunfo y celebración. Podemos distraernos o embelesarnos con la escena y no ver claramente las características de Jesús cuando entra. Pero nuestras lecturas de Isaías y la carta de Pablo a los Filipenses aclaran estas características. Él es el Siervo que Sufre, manso y callado ante sus captores y perseguidores; es la mismísima imagen del Dios invisible, sin embargo, no se aferrará a la igualdad con Dios antes de sufrir su enfrentamiento final en humildad. Isaías y Pablo nos ayudan a "ver al Cordero de Dios" antes de oír el

relato de su mayor y último enfrentamiento. Isaías profetizó sobre siervo sufriente. Mateo interioriza sobre esos sufrimientos: abandono de los apóstoles; el silencio del Padre, absoluta soledad. La carga de todos los pecados de la humanidad asumida por Cristo. Sin embargo, desde la Cruz, reina como Señor

de todo. Es claramente un reino no de este mundo. Es el reino del amor y quienes lo acepten vivirán con El para siempre. Nada ocurre por casualidad. El plan del Padre se cumple. Y Cristo vive la Pasión en perfecta obediencia a la voluntad del Padre, «para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a su voluntad.» Es importante que veamos a Cristo claramente antes de oír el relato de su Pasión, porque nosotros -su Cuerpo por medio del bautismo, la Iglesia - somos su rostro. Debemos, junto con él, pasar por este tiempo de sufrimiento para que podamos, también junto con él, pasar por su triunfo final.

DIOS NOS HABLA ESTA SEMANA

Domingo de Ramos

Bendito el que viene en nombre del Señor

Evangelio: según San Mateo 21, 1-11

Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús mandó dos discípulos, diciéndoles: -«Id a la aldea de enfrente, encontraréis en seguida una borrica atada con su pollino, desatadlos y traédrnelos. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los

devolverá pronto.» Esto ocurrió para que se cumpliese lo que dijo el profeta: «Decid a la hija de Sión: "Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en

un asno, en un pollino, hijo de acémila".» Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud extendió sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba: -«¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!» Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad preguntaba alborotada: -«¿Quién es éste?» La gente que venía con él decía: -«Es Jesús, el Profeta de Nazaret de Galilea.»

1ª Lec. Isaías 50, 4-7

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor Dios me ha abierto el oído; y yo no me he revelado ni me he echado atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No oculté el rostro a insultos y salivazos. Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba confundido; por eso ofrecí el rostro como pedernal, y sé que no quedaré avergonzado.

Salmo responsorial

R: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Al verme se burlan de mí, / hacen visajes, menean la cabeza: / "Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; / que lo libre si tanto lo quiere".R.

Me acorrala una jauría de mastines, / me cerca una banda de malhechores; / me taladran las manos y los pies, / puedo contar mis huesos. R.

Se reparten mi ropa, / echan a suerte mi túnica.

/ Pero tú, Señor, no te quedes lejos; / fuerza mía ven corriendo a ayudarme. R.

Contaré tu fama a mis hermanos, / en medio de la asamblea te alabaré. / Fieles del Señor,alabadlo; / linaje de Jacob, glorificadlo; / temedlo, linaje de Israel. R.

2ª Lec. Filipenses 2, 6-11

Hermanos: Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre"; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se dobla -en el cielo, en la tierra, en el abismo-, y toda lengua proclame: "¡Jesucristo es Señor!", para gloria de Dios Padre.

Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, según Mateo 26, 14-27, 66

"...sentado a la mesa con los doce, Jesús les dijo: «...uno de Uds. me entregará»... Después de cantar el himno salieron al monte de los olivos... Jesús... les dijo: «Siento una angustia de muerte. Quédense aquí y velen juntamente conmigo... Padre, si es posible, aleja de mí este cáliz, pero no se haga lo que yo quiero sino lo que quieres Tú... El Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores» ...Judas... se acercó a Jesús y le besó... Apresaron a Jesús... lo llevaron al palacio del sumo sacerdote Caifás... Éste le dijo: «Te conjuro en nombre de Dios que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios» Jesús le respondió: «Sí, tú lo has dicho...» El sumo sacerdote... gritó: «¡Ha blasfemado!...» Ellos respondieron: «¡Merece la muerte!»... lo entregaron a Pilatos... Cuando Pilatos preguntó a quién deseaban que se indultase, ellos respondieron: «¡¡A Barrabás!!»... y entregó a Jesús para que lo crucificasen... Desde el medio día hasta la media tarde se extendió una gran oscuridad sobre la tierra... A media tarde Jesús gritó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»... Jesús volvió a gritar con toda su fuerza y expiró. La cortina del templo se partió en dos y comenzó un fuerte terremoto... El centurión y los soldados... decían: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios»..."

Oración para colocar la palma en el propio hogar

Aumenta, Señor, la fe de los que tenemos en ti nuestra esperanza y concede a quienes agitamos estas palmas en honor de Cristo victorioso y hoy las colocamos en nuestro hogar, permanecer unidos a él para dar frutos de buenas obras. Por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Para meditar

L. Santo: Is. 42, 1-7; Jn. 12, 1-11

M. Santo: Is. 49, 1-6; Jn. 13, 21-33. 36-38

M. Santo: Is. 50, 4-9; Mt. 26, 14-25

J. Santo: De la Cena del Señor

Ex. 12, 1-8. 11-14; 1Cor. 11, 23-26; Jn. 13, 1-15

V. Santo: De la Pasión del Señor

Is. 52, 13 - 53. 12; Hb. 4, 14-16; 5, 7-9; Jn. 1, 19-42

S: Vigilia Pascual

Gn. 1, 1-2,2; 22, 1-18; Ex. 14, 15-15, 1; Is. 54, 5-14; 55, 1-11; Baruc 3, 9-15. 32-4,4: Ez.

36, 16-28; Rm. 6, 3-11; Mt. 28, 1-10

D: Domingo de Resurrección

Hch. 10, 34. 37-43; Col. 3, 1-4; Jn. 20, 1-9

¿No Pudieron Velar Conmigo ni siquiera una Hora?....

Se lo dijo Cristo a sus apóstoles aquella negra noche, en el Huerto de los Olivos cuando, luego de haberse separado de ellos unos cuantos metros para orar, volvió y los encontró dormidos. ¿No podría Cristo, al terminar la semana que hoy empieza, hacernos también alguna de estas molesta preguntas?.

Por Ejemplo: ò Durante sus vacaciones - quizás en alguna playa o en algún lugar de provincia - ¿ no tuvieron ustedes un rato para asistir el Jueves Santo a los oficios en los que se conmemora el día en que instituir la santa Misa y les di el mandamiento nuevo de amarse los unos a los otros? ò ¿ No pudieron darse un tiempecito el Viernes Santo para recorrer conmigo el penoso camino del Viacrucis y acompañarme en la hora de mi crucifixión y de mi muerte? ò ¿ No pudieron desvelarse un poquito la noche del sábado para que celebremos junto mi resurrección y la de ustedes? ò Y lo que es aun mas importante, ¿ no pudieron durante estos días dejar de hacer alguna de esas cosas que suelen hace en vacaciones y por las cuales yo morí en la cruz?

¿Recuerdas los Mandamientos de la Santa Iglesia Católica?

1º Oír Misa entera los domingos y fiestas de guardar.

2º Confesarse por lo menos una vez al año y cuando hay peligro de muerte y, si se está en pecado grave.

3º Comulgar por lo menos por PASCUA DE RESURRECCIÓN y cuando hay peligro de muerte.

4º Ayudar y guardar abstinencia cuando lo manda la Madre Iglesia.

5º Contribuir al sostenimiento de la Iglesia. ¿Cómo los estás cumpliendo?

¡No dejes pasar esta Semana Santa! ¡Tú eres responsable ante Dios y ante ti mismo!

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